FOGATAS DE OTOÑO (de mi libro Por tan Profundo)

Fogatas de otoño
a mi abuela materna M.Antonieta Lamperein
Hoy que leo a Teillier bajo el árbol desnudo
a mi memoria llegan las voces de la infancia:
es la abuela quien canta a mi estación preferida.
Sus fogatas de otoño son esos atardeceres
que las llamas transforman en nuevos nacimientos.
El mundo entero se dilata: nubes púrpuras rasgándose
revelan todo y nada de aquello que hemos sido.
Como en aquel cuento, ella amaba la tristeza de la lluvia rojiza
con destellos de tierra: su futura mortaja bajo el árbol desnudo.
Era el poeta entonces un espejo dormido
sobre la piel del cielo.
Pronto
remolinos de viento se llevarán su esencia
la mía
la nuestra
más allá de los campos, de la lluvia y
del día en que mi abuela escribió sus poemas.
Parece ser rojo, pues, el color del otoño
en mi infancia y esta tarde cuando leo a Teillier
bajo el árbol desnudo.
Etiquetas: la nuestra
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