Presencia Literaria

Ha de fluir el verbo en la corriente del extenuado cuerpo que, al final de las vidas, siempre se abre hacia el mar: Sus olas de amor estremecidas

domingo, octubre 08, 2006

VII ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESCRITORAS


Otra foto del VII Encuentro Intenacional de Escritoras realizado en Baiona, Galicia en mayo de este año. Aquí la casa museo de la gran poeta gallega Rosalía de Castro, en Santiago de Compostella.
El sábado 7 de octubre se trasmitió por Radio Portales , en el programa Carretera Cultural, una entrevista en las que conversamos, entre otras cosas, de este Encuentro. La entrevista realizada por Carlos Calderón resultó muy interesante, ya que participó una escultora y otra poeta. Corto se hizo el tiempo para comentar todo lo que hubiésemos querido compartir con los auditores. Entre ello, un poema de una excelente poeta venezolana: María Isabel Novillo, de su libro Poemas Peregrinos. Este poema representa para mí el símbolo del entrecruzamiento de pueblos y culturas que tan bien se vio reflejado en este encuentro de Galicia, una verdadera fiesta de las letras y de la hermandad de los países del mundo en palabras de mujer.

MAESTRA VIDA

María Isabel Novillo

Era una mercader de Templo.

Tenderete pequeño entre sus faldas:
una sobre otra, al uso de su raza.
Ofrecía campanas y cristales de cuarzo
sentada en la escalera -hacia la izuierda
entrando- a las puertas de la Catedral de Lima.

Te compré una campana de raro timbre, puro.
No los cuarzos que, aunque bellos, te dije,
eran caros. (Uno no sabe cuán pobre está)

y tú: "señora, señora" me decías
ajustando los precios
con la voz cantadita, bajita, de tu raza.

Y hubo algo. Me miraste a los ojos.


Tus ojos de quietud:

Silencio y soledad del altiplano.

Hubo algo

(Imposible decir el cómo la lección
entra y te toca)

"Señora, tómelos. De regalo"

En tus manos, modestas, la luz era cristal.

Lucía, te llamabas.

Sí. Claro que ví la miseria en Lima.

Ví la mía.

Señora, me decías. Y no sabes
que todo el Señorío

iba en tí.